Alguna
vez habrás escuchado cantidad de relatos acerca de los espejos, que si miras
fijamente puedes ver tu muerte, que si repites un nombre 7 veces la persona
vendrá por ti en la noche, en fin. Pero lo que yo estoy a punto de relatarles
no tiene comparación y les aseguro que nunca se verán en un espejo con la misma
tranquilidad y de la misma forma.
Denny
ha sido mi amiga desde siempre, conozco su carácter y sus miedos y sé que uno
de ellos es mirarse a solas de frente al espejo. Cuando iba a cumplir 15 años,
sus padres prepararon una fiesta muy especial con motivo de la llegada a la
adolescencia, tenía un vestido azul celeste que les había costado meses
conseguir y por lo tanto, lo guardaba con sumo cuidado.
Todos
los días después de clase se lo ponía y se miraba horas en el espejo deseando
que ese día llegase. Unas semanas antes de la fiesta, Denny tuvo una sensación
de soledad y de vacío que llegaron al grado de no dejarla dormir por las
noches. Una de estas noches de insomnio, repentinamente tuvo la extraña
necesidad de pararse y mirarse en el espejo. Cual fue su sorpresa que al
mirarse en el espejo se vio a ella misma danzando en una pista de cristal que
estaba bañada completamente en sangre pero extrañamente ni ella ni su vestido
se manchaban.
De
repente, el ruido del despertador la sacó de su profunda imagen y aún alterada
y asustada y un poco confundida por lo que acaba de presenciar se dispuso a
marcharse al colegio. Al regresar se encontró con que su vestido no estaba
donde siempre solía dejarlo, desesperada buscó a su madre para que le explicara
pero ésta no supo decirle. Corrió de vuelta a su cuarto y en el espejo se
encontró con una nota que no estaba ahí en un principio. La nota decía: "
Si quieres tu vestido busca debajo de las escaleras" Sin comprender lo que
pasaba, bajó las escaleras y sintió como alguien venía cuidando sus pasos y como
alguien esperaba el fin de estos al final de las escaleras, trataba de
detenerse pero no podía , trató de gritar pero algo le sujetaba el cuello y el
rostro , algo que ni ella misma podía ver, al llegar al final de la escalera
vió su vestido roto y arañado
y completamente ensangrentado. Lo agarró y al hacerlo escuchó como si mil
cristales se rompieran. Asustada, corrió a su cuarto cuando la puerta se cerró
súbitamente frente a ella, podía escuchar como algo estaba dentro de su
habitación, le gritaba a su madre pero no recibía respuesta, parecía como si
estuviera sola completamente. De repente, todo se volvió silencioso, tan
silencioso que podía escuchar su propio corazón latiendo rápido muy
rápido...
Despertó
de un brinco, confundida sin saber que había vivido, miró a su alrededor y vio
a
su
madre que la despertaba con cariño. El día de la fiesta había llegado....
cuánto tiempo había estado dormida? sucedió aquel horrible momento? lo soñó? De
un salto se levantó de la cama y abri su armario buscando su vestido....
intacto. El vestido estaba ahi donde siempre sin una sola arruga, sin una sola
mancha.... listo para ella. Se arregló y marchó para la fiesta , pero no notó
que su espejo estaba roto, que tenía la nota aquella que le avisaba de su
vestido y que por las hendiduras del espejo se podía ver algo tratando de
salir...
Todo
marchaba de maravilla, la fiesta un éxito, mucha gente, amigos, familia y llegó
la hora del vals.... el padre pasó al frente para ese primer baile de niña a
mujer cuando de pronto alguien dio un mal paso y salpicó el hermoso vestido
celeste de mi amiga. Jamás olvidaré la mirada de mi amiga... sin pensarlo
volvió a ver al culpable de tal accidente y sin pensarlo cogió uno de los
vidrios y se le abalanzó hiriéndole en el cuello, rasguñándole la cara , la
sangre saltaba hacia ella y parecía que le diera fuerza, varias personas se le
abalanzaron para detenerla pero no podían con su ira, lastimó a su madre , a
sus hermanos, lanzaba maldiciones y sacaba fuerza del miedo y de la histeria de
los demás pero sobretodo de la sangre, de la sangre de aquel que con todo el
gusto del mundo había preparado la fiesta, de quien había visto la transición
de niña a mujer de aquella ahora transformada bestia, la sangre de aquel que la
amaba más que nada ni nadie en el mundo, la sangre de aquel que por azares del
destino tropezó tirando un vaso encima del vestido de esa quinceañera, aquella
que ahora le quitaba la vida a su propio padre, ante los ojos de familiares y
extraños, ante la impotencia de todos, tratando de impedir la muerte sin
poderlo lograr.
El
padre murió sin poderlo evitar, se desangró en el vestido de su hija que
inconsciente yacía junto al que fuera su padre.... al regresar en sí no
comprendía lo que sucedía ante sus ojos, comenzó a gritar sin consuelo y con
gran desesperación, abrazaba el cuerpo de su padre y mientras en su cuarto el
espejo misteriosamente ya no aparecía roto y una sombra se visualizaba al fondo
del espejo como observando lo que acababa de suceder.
Mi
amiga Lleva 10 años en una Institución de salud mental y jura que no recuerda
haber asesinado a su padre.