La
imagen a continuación pertenece a un retrato del personaje español Bernardo de
Gálvez. Y aunque pareciera un cuadro bastante típico, la forma en que fue
pintado produce a todos los que acaban apreciando la obra cierta incomodidad.
Mejor aún, se encuentra en un hotel cuya fama está relacionada directamente con
los fantasmas.
Evidentemente
la mayoría de los casos de fantasmas se concentran en casas viejas, hoteles,
manicomios, hospitales, carreteras, etc., pero también existe una curiosa
relación entre el mundo paranormal y las pinturas, uno de los ejemplos más
famosos son los cuadros de los niños que lloran o aquella historia de Daniela
que reseñamos en Marcianos sobre el misterioso cuadro del payaso. El retrato
embrujado de Bernardo de Gálvez es una de esas obras que se cree está
relacionada con fuerzas del más allá.
Cuadro de Bernardo de Gálvez
Se
dice que un grupo de espíritus habita en el Hotel Gálvez en Galveston, Texas.
Sin embargo, las historias más interesantes y aterradoras suceden en torno al
retrato de Bernardo de Gálvez.
Nacido
en la ciudad de Málaga, España, el 23 de julio de 1746, Bernardo de Gálvez y
Madrid fue un líder militar que ayudó a las colonias americanas durante la
guerra de Independencia de los Estados Unidos. Bernardo, que dejó de existir en
1786, también es homónimo de Galveston. Fue virrey de la Nueva España en el
periodo comprendido entre 1785 y 1786. En el año de 1786, Gálvez enfermó y
murió el día 30 de noviembre del mismo año por causas desconocidas, aunque se
sospecha de envenenamiento. Sus restos fueron colocados al lado de los de su
padre en la iglesia de San Fernando, en la Ciudad de México.
Un
retrato de Bernardo de Gálvez puede ser encontrado al final de un pasillo
dentro del Hotel Gálvez. Dice la leyenda que los ojos pintados del retrato
siguen a los huéspedes que pasan. Las personas que se aproximan demasiado a la
pintura muchas veces sienten un frío congelante o incomodidad.
La
reputación embrujada de este retrato naturalmente representa una atracción para
los turistas que intentan tomar una foto del cuadro. Sin embargo, parece que
los invitados no pueden obtener una imagen clara a menos que soliciten el
permiso a Bernardo. Algunos relatos dan cuenta de cómo las imágenes que se toman
sin el permiso del fantasma de Gálvez – que embruja al cuadro, según la leyenda
– terminan arruinadas con imágenes extrañas de neblina, luces, rayas e incluso
figuras fantasmagóricas.
Un
equipo de investigación paranormal intentó sacar una foto del retrato, pero la
foto quedó marcada con una imagen esquelética en el lugar donde debería estar
Bernardo. Quizá hayan olvidado preguntar a Bernardo, muerto hace ya mucho
tiempo, si consentía que lo fotografiaran.
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