Una
de las fobias más comunes, sin duda es la Coulrofobia, en otras palabras terror
a los payasos, los afectados a menudo adquieren este miedo después de haber
tenido alguna mala experiencia con alguno de ellos o de haber visto un retrato
siniestro en medios audiovisuales. Se considera que la novela It de Stephen
King, llevada posteriormente a la gran pantalla, contribuyó a popularizar la
figura del payaso malvado.
Hoy
les presentaré la historia de una niñera
debe quedarse a cuidar el bebé de una familia que esa noche tiene una fiesta a
la que no puede faltar. Antes de abandonar su casa la mujer detalla los
cuidados que requiere su hijo y le facilita un número de contacto por si surge
cualquier problema.
La
chica ya ha trabajado durante semanas con el niño y tiene experiencia con
muchos otros bebés. Pero desde luego esta no es su casa favorita, ya que el
padre ha ido recopilando una colección de payasos de juguete en sus diversos
viajes. Los muñecos le producen escalofríos cuando debe entrar al cuarto del
niño para vigilarlo en su cuna.
La
noche se presenta con normalidad hasta que de repente el bebé comienza a llorar
en su habitación, por más cuidados y atenciones que le brinda, el niño no deja
de llorar. La chica odia quedarse en ese cuarto porque siente como si todos los
muñecos con forma de payaso la miraran fijamente mientras trata de consolar al
bebé.
Para
colmo el padre parece que ha comprado un nuevo payaso casi del tamaño de un
niño, una pieza terriblemente realista que han sentado en la mecedora que
muchas noches la niñera usa para calmar al niñito hasta que se duerme.
La
chica tras más de una hora intentando que el bebé se duerma decide llamar a sus
padres para preguntarles si ha dormido la siesta más tiempo del debido y si le
dieron el biberón que le correspondía antes de irse a la fiesta. Está
desesperada por el incesante llanto de la criatura. La madre le indica que no
existe motivo por el cual el niño deba llorar, pero que en todo caso le de un
poco mas de leche y trate de dormirle meciéndole mientras descansa sobre la
mecedora, así ella también podrá descansar.
La
chica le pregunta si puede retirar de la mecedora el payaso nuevo y que donde
debe dejarlo, la madre desconcertada le pasa de inmediato el teléfono a su
marido.
El
señor le pregunta como es la figura que le dijo a su esposa. Sin mediar mas
palabras y profundamente preocupado le dice a la niñera que coja de inmediato a
su hijo y cruce la calle hasta la casa de sus vecinos, una vez allí le debe
llamar de nuevo.
La
niñera asustada cumple las órdenes que le acaban de dar, entra en la habitación
del niño, le recoge de la cuna y sin girar la cabeza hacia la mecedora para
mirar al payaso se le lleva en brazos escaleras abajo hasta salir a la calle.
Al llegar a la casa de los vecinos llama nuevamente al señor de la casa.
Este
está realmente asustado y le contesta mientras conduce su coche a toda
velocidad hacia su casa. Le explica que él nunca ha comprado un payaso de esas
características y que probablemente alguien disfrazado entrara en la casa para
robar, al sentir que subía las escaleras se sentara en la mecedora para
confundirse entre la oscuridad.
La
chica totalmente aterrorizada observa por la ventana de la casa de los vecinos
como a los pocos minutos el pequeño payaso escapa con una bolsa probablemente
llena de objetos de valor. Por suerte,
una hora después la policía, gracias a
su descripción, detiene a un enano que al parecer trabajaba en un circo
ambulante y acostumbraba a entrar en las habitaciones de los niños para robar
cualquier objeto de valor que encontrara mientras las familias duermen.
Estoy
seguro que después de esa noche, aquella niñera desarrolló la Coulrofobia por
completo, y dime ¿tu sufres de esta
fobia? ¿Has tenido alguna experiencia aterradora relacionada con payasos o
mimos? Déjame tus relatos en la caja de comentarios, hasta la próxima.
Puedes escucharla aquí
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