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El Niño del diablo (Calipso).


Esta historia me la ha contado una amiga y según ella le paso a su abuelo hace muchos años en un pueblo muy pequeño, varios familiares de mi amiga confirman la veracidad de esta historia lo que la hace aún más aterradora…..Don Jose era un campesino humilde y trabajador que cultivaba en una pequeña porción de tierra diferentes frutas y verduras las cuales después vendía en el pueblo y le permitían llevar el sustento a su esposa Graciela y a sus 6 hijos Diego, Martha, Consuelo, Stella, Mario y el menor Carlos.

Las 8 vivían en un pequeño rancho que Jose había construido con sus manos de y donde a duras penas cabían. Pero lo peor de esta familia no eran sus dificultades o incomodidades, lo peor era que Jose siempre le gustó mucho beber y cuando vendía en el pueblo lo que había recolectado, gastaba en licor más de la mitad de sus ganancias y llegaba a la madrugada con apenas unos panes viejos, algo de carne y algunos huevos quebrados, Graciela debía aguantarse que Jose llegara a humillarla por haberle llevado a ella y a sus hijos comida y muchas veces los hacia salir a todos de la casa para azotarlos y ofenderlos.
La vida de Graciela era muy difícil, cuando ella sentía el caballo de Jose llegando a la casa y veía que estaba borracho trataba de esconder a sus hijos pequeños para protegerlos de las golpizas y ponerse ella siempre en frente para recibir la mayoría de sus golpes, pero una noche no se percató de la llegada de Jose quien los tomo a todos por sorpresa y al entrar a la vivienda mando de un solo golpe a Carlitos el menor de los niños a un lado de la casa con tan mala suerte que su pequeña cabecita golpeo una roca que estaba en el piso y le ocasiono inmediatamente la muerte al chiquillo de apenas 2 años, Graciela angustiada y conmocionada por el hecho por fin saco el valor que nunca había tenido y con un hacha que usaba para partir la madera ataco a Jose obligándolo a subir a su caballo y huir del lugar, Graciela se quedó pidiendo auxilio a gritos hasta que vecinos de casas cercanas escucharon la algarabía y llegaron a auxiliarla.


Jose mientras tanto trataba de huir los más rápido que podía en su caballo, después de haber cometido tan atroz crimen contra su propio hijo, y empezó a sentirse muy mal por el hecho, un sentimiento de angustia y remordimiento empezó a invadirlo hasta que tuvo que detener su caballo para limpiarse las lágrimas de sus ojos, de repente empezó a escuchar el llanto de un pequeño en la mitad del bosque, con lo que había acabado de suceder se sintió bastante aterrado de escuchar un niño llorar a esas horas y en la mitad de la nada, sin embargo su sentimiento de culpa lo obligo a ir en busca de chiquillo y tratar de ayudarlo, con forme como iba avanzando en su caballo más fuerte se oía el llanto hasta que debajo de un árbol vio una canasta y se percató que de ahí venia el sonido, se bajó de su caballo y se acercó lentamente a la canasta y pudo darse cuenta que dentro había un bebe hermoso que lloraba inconsolable por el frio y el hambre, Jose pensó inmediatamente en auxiliarlo y llevarlo donde Graciela para de alguna manera resarcir lo que había hecho con su otro hijo, así que no dudo en amárraselo a la espalda con la ayuda de un trapo viejo que estaba en la canasta y subir a caballo, inicio su marcha velos hacia su vieja casa y noto que el llanto del bebe se iba silenciando poco a poco, lo que lo hizo pensar que el chiquillo se había dormido, de repente Jose sintió que alguien le toco fuertemente la espalda lo que lo hizo voltear, cuando miro hacia atrás la pequeña cabeza del bebe salió de la sabana y abrió los ojos que estaba rojos como fuego y le dijo “Mira Papa tengo dientes” mostrándole unos colmillos enormes dentro de su boca, Jose inmediatamente cayo de su caballo y en la mañana fue hallado por unos campesino que cruzaban por el lugar, Jose estaba moribundo y tenía todo su cuerpo rasgado como si hubiera sido atacado por una bestia salvaje, desangrado y a punto de morir solo pudo relatarle a los que lo encontraron lo que le había sucedido e inmediatamente murió.

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