Hay una sección de la carretera
la carretera libre entre la barca y Guadalajara, donde al tomar una curva sin
importar la época un aire frio se cuela al interior de los autos aunque estos
vengan con las ventanas arriba, causando una sensación de pesadez sobre los
hombros, un hueco en el estómago, un nudo en la garganta y una presión en el
corazón. La gente siente una tristeza profunda, y algo o alguien obligan a los
pasantes a voltear hasta un árbol donde se puede apreciar con claridad la
figura de la muerte plasmada en sus ramas.
Todo esto debido a un terrible
hecho que sucedió en ese preciso lugar el pasado año 2011, a mediados de abril.
Sucedió ahí un lamentable accidente, el choque de un autobús, que llevaba en su
mayoría jóvenes que venían de un balneario. Todos perdieron la vida y se
encuentran en el lugar las cruces en su honor.
Pero sin duda lo más inquietante
es la presencia de las ánimas de todas estas personas que aún pueden percibirse
al escucharlas llorar, quejarse, incluso verlas pasar frente a los autos como
una especia de humo blanco, teniendo en su rostro una expresión de angustia que
contagia a cualquiera.
Han sido muchas ya las personas
que pierden en control en este acotamiento al ver estas manifestaciones, pues
simplemente aparecen de la nada, flotando en el aire con libertad, como bolsas
en el viento, con movimientos sin rumbo, algunos de ellos atravesando los autos
y los cuerpos de las personas a las cuales dejan sumidos en una tristeza
profunda.
Aunque el hecho es prácticamente
reciente, se ha convertido en leyenda por los múltiples contactos que ha habido
con estos entes. Haciendo que aquel lugar se conozca hoy como “La curva de las
animas“.