¿Quién no conoce a los vampiros? La mayoría sabemos que son
seres con aspecto cadavérico que salen por la noche y chupan la sangre de
hombres y mujeres; o que carecen de sombra; y que para eliminarlos tienes que
clavar una estaca en el corazón o les tienes que cortar la cabeza. Pero
¿realmente existieron? Muy cerca de Praga, en la República Checa –a solo 25
kilómetros–, se encuentra Celákovice. En esta pequeña ciudad amurallada
descubrieron en 1997 un cementerio con tumbas de vampiros. Hoy se les conoce
como los Vampiros de Celákovice. Descubre esta fascinante leyenda.
¿Mito o realidad?
A lo largo de la historia se ha tratado de explicar la
existencia de los vampiros. Algunos decían que el vampirismo no era un fenómeno
sobrenatural sino enfermedades que todavía no estaban científicamente
comprobadas, como por ejemplo la catalepsia (cuando la persona yace inmóvil sin
signos vitales y regularmente es declarada muerta pero se encuentra en un
estado semiconsciente o consciente). Otros pensaban que tenía que ver con actos
de hechicería o magia negra.
FUE HASTA EL SIGLO XIX CUANDO EL MITO SE CONVIRTIÓ EN LEYENDA CON DOS ESCRITOS SOBRE VAMPIROS. EL PRIMERO FUE UN RELATO PUBLICADO EN 1800 “WAKE NOT THE DEAD” DEL ALEMÁN JOHANN LUDWIG TIECK; Y EL SEGUNDO, LA NOVELA MÁS FAMOSA DE LA HISTORIA: “DRÁCULA” DE BRAM STOKER PUBLICADA EN 1887
Mito o realidad, los pueblos eslavos comenzaron con el mito
de los vampiros por el siglo XIV y se extendió por toda Europa hasta el siglo XVIII.
Y lo que hoy es República Checa también tiene su leyenda con los Vampiros de
Célakovice.
Vampiros de Célakovice: descubrimiento en los noventa
Celákovice es una pequeña ciudad medieval amurallada ubicada
a 25 kilómetros de Praga. Sus pobladores vivieron con la creencia sobre la
existencia de vampiros. Se dice que
gracias a la reconstrucción que sufrió en el siglo XX despertó la curiosidad de
arqueólogos por los restos encontrados de la era paleolítica y de la cultura
medieval. Por lo que en 1997, un arqueólogo de nombre Jaroslav Spacek descubrió
un cementerio exclusivo de vampiros.
El cementerio de los vampiros de Célakovice
Lo que encontró Spacek fueron catorce tumbas con personas
enterradas acusadas de vampirismo. Los esqueletos tenían crucifijos en sus
ataúdes, estaban amarrados boca abajo y a algunos les habían cortado la cabeza.
Uno de los casos más espeluznantes es que algunos de estos “vampiros” tenían el
cráneo con un clavo de hierro enterrado, otros la estaca en el corazón y uno
más tenía un cuchillo clavado en la boca. Dice el arqueólogo que esto fue para
evitar una mordedura a quien lo sacrificó. Se dice que estos vampiros datan
aproximadamente del siglo X u XI.
El último hallazgo de un vampiro
En 2010 en un municipio de República Checa llamado Hrádek
nad Nisou se encontró el esqueleto de un presunto vampiro al que nombraron
Tobías. El arqueólogo Petr Brestovansky, investigador de este caso, señaló que
el entierro tenía las siguientes características:
El
esqueleto no estaba dentro del cementerio, sino a un metro de la barda,
enterrado a tan solo 25 centímetros de la tierra y bocabajo.
Tanto
piernas como brazos tenían piedras encima (para que no escapara en caso de
resucitar).
Tenía
monedas cerca de la mano –algo raro para esa época–, y a través de éstas se
determinó que el hombre fue asesinado en el siglo XIV.
Aunque
algunas teorías señalan que era un hombre con discapacidad porque presentaba
cierta deformidad en la espalda, el arqueólogo considera que gracias a esto
pudo ser acusado de vampirismo.
¿Realidad
o leyenda? La historia de los vampiros seguirá siendo vigente…