Este sujeto solo se le aparece a
las personas en la madrugada, ya sea porque la fiesta se les alargó y salieron
muy tarde o por otras cosas. Te cuento.
Dicen que en la madrugada por las
calles va aplaudiendo un hombre que según esto, es un fantasma. Otros dicen que
es un asesino y que advierte a sus víctimas antes de que vaya por ellas
aplaudiendo. Así pueden correr de él. Lo que te diré a continuación le pasó a
un joven que andaba de fiesta y salió a eso de las 2 de la mañana. Él fue un
sobreviviente de este desconocido.
Resulta que éste joven fue a una
fiesta a casa de una amiga de él. Por nada del mundo se la iba a perder ya que
en esa reunión estaría la chica que le gustaba. Se llevó el carro viejo, porque
el nuevo no se lo prestaban. Total, se fue a la fiesta y llegó a eso de las 9
de la noche.
Empezó a divertirse, a tomar, lo
típico. A eso de la 1 de la mañana el joven ya estaba ebrio, ya no quiso tomar
más porque tenía que conducir hasta su casa. Se despide de todos sus amigos y
de la chica que le gustaba y se va.
Cuando iba de regreso, el coche
se le detiene, era obvio ya que era muy viejo. Para suerte del chico, se le
detuvo en una zona un poco iluminada. Se baja y empieza a checar que problema
tenía. Para él era algo difícil revisar ya que andaba ebrio, pero eso no lo
detuvo.
Pasan unos 2 minutos cuando
escucha a lo lejos unos aplausos, lo primero que pensó fue que era fiesta de
alguien y estaban celebrando. Pero luego descartó eso, ya que no había gritos.
No le importó mucho y siguió en su asunto del carro.
Poco tiempo después vuelve a
escuchar lo mismo, pero ahora parecía que el ruido estaba más cerca. Volteó y
fue ahí cuando lo vio. Un hombre a lo lejos que según el joven, tenía unos
brazos extremadamente largos, y los aplausos eran los más fuertes que había
escuchado.
Se iba acercando poco a poco y
seguía aplaudiendo, a este punto el joven no sabía qué hacer, estaba paralizado.
Según el, recuerda tenía un sombrero muy grande, llevaba guantes, pero no le
podía ver la cara porque venía de la oscuridad.
El joven reacciona y no le
importó el carro, salió corriendo, y mientras se iba, los aplausos se
escuchaban más a lo lejos. Llegó a su casa luego de 20 minutos y le explicó a
su mamá la situación. Ella le contesta que como estaba ebrio, tal vez lo
imaginó.
A la mañana siguiente fueron
donde estaba el carro, y por suerte ahí estaba. Solo que el joven iba muy
asustado, es más, ni si quiera volteó para ver su entorno. Simplemente
arreglaron el auto y se fueron...
Hasta el día de hoy, el joven
jura que es verdad, no sabe qué hubiera pasado si ese hombre lo hubiera
alcanzado. Y que nunca más fue nuevamente por esa calle, incluso de día no fue.
Esta experiencia le dejo un trauma de por vida...
Si eres de las personas que
rondan por la madrugada, bueno, tal vez te encuentres con el hombre de los
aplausos...