Era una noche estrellada, no había una nube en el cielo y las estrellas se veían hermosas, tanto que muchas parejas aparcaban sus autos en el amplio mirador a las afueras de la ciudad. Rita y Esteban , con el que llevaba 1 semana de noviazgo, aparcaron su coche en un espacio que había en el medio del lugar, rodeado de autos, se bajaron y se recostaron en el parabrisas con una manta cubriéndolos aunque a esa hora no había frío, pues era verano. Estuvieron un rato ablando de temas variados, pero nada tan importante como para ser narrado aquí, hablaban de la escuela, de las tareas, de los amigos, de todo lo que los jóvenes hablan, de pronto Esteban saco una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo y se echo uno a la boca, hizo un ademán buscando su encendedor, pero no lo encontró, así que con un toque de vergüenza que denotaban sus mejillas se acercó a uno de los autos cerca al suyo. Este tenía los vidrios empañados, pero no se veía moverse nada ni se escuchaba ningún ruido, así